
A los 8 años mi padre me regaló su cámara fotográfica. Me enseñó las nociones y técnicas básicas para manejar bien la cámara y el proceso de revelado químico. Pero lo más importante, me enseñó a observar, a distinguir, a ver y sobre todo, a sentir.
A través del visor encontré un mundo fantástico en el cual descubría cosas que antes no había distinguido a simple vista. Comencé a ver detalles, a componer, a encuadrar de manera que pudiese expresar lo que sentía al observar lo que ante mi se encontraba.
He realizado fotografías de todo tipo, desde documental a social, o de naturaleza. Pero desde hace unos años he centrado mi trabajo fotográfico en el paisaje, al ser este el tema que más satisfacción personal me ha dado. Intento plasmar en mis imágenes no solo lo que tengo ante mis ojos, sino además, lo que en ese momento me hace sentir. Para ello me tomo mi tiempo, unos instantes para captar sensaciones, escuchar lo que me rodea, sentir. De ahí mi hashtag #SentirElPaisaje que utilizo en redes sociales.
A la hora de disparar selecciono mucho los elementos y la composición, buscando no hacerlo de forma impulsiva, evitando coleccionar imágenes de un mismo lugar. En alguna ocasión he vuelto a casa con las manos vacías.
En el procesado posterior de las fotografías invierto una parte del trabajo que creo que es muy importante para trasmitir esas sensaciones personales que sentí en el momento de cada toma. Tengo mucho en cuenta que el resultado final sea lo más artístico posible, que mis fotografías, una vez impresas, enmarcadas y colocadas en una pared llamen la atención de quien se encuentre frente a ellas.
También realizo fotografía de stock, para varias agencias, utilizadas para proyectos comerciales o editoriales.