Llevaba unos días queriendo hacer algunas fotografías en el río Tuejar a su paso por Chelva, en Valencia, en la conocida “Ruta del Agua”. Lo más pesado de la ruta, la bajada al río desde el pueblo, aunque peor es la subida…
Buscaba fotografías de algunos segundos de exposición, para suavizar el agua en movimiento. En algunos momentos necesité utilizar el filtro de densidad neutra para reducir la velocidad debido a que había zonas con bastante luz solar. Hice varias tomas en una de las pequeñas caídas de agua de aquella parte del río, encuadrando la caída, vegetación y rocas, para después abrir el plano y en una toma vertical componer la imagen con una piedra en primer término, en la orilla y frente a mí.


Según seguía la ruta fui buscando composiciones que llamaran mi atención, con las hojas verdes de los árboles de ribera, caminos con hojas amarillas en el suelo y rincones de densa vegetación. No fueron muchas las composiciones que me gustaron, pero al menos tres tomas fueron interesantes.
No me moví mucho por la ruta. Pensé que tenía suficientes fotografías para lo que quería conseguir así que volví hacia el inicio, buscando la subida hacia el pueblo. Una hora más tarde estaba sentándome en la mesa de un bar para comer algo, después vuelta a casa.
Hice una parada en el embalse de Loriguilla para ver la reserva de agua en el embalse, en una zona poco conocida junto a la orilla, con varias casas propiedad de una casa rural, y la antigua iglesia de San Juan Bautista. Lamentable la situación de sequía. Ese día el embalse contaba con un ¡22% de su capacidad!