Tras una noche durmiendo en el coche, después de haber estado fotografiando los molinos del parque eólico de Aras, me levanté temprano. Quería llegar a los campos de Titaguas con tiempo para fotografiar el amanecer.
Ya conocía los caminos de la zona. El día anterior estuve fotografiando los campos, dando vueltas por la zona que quería fotografiar al amanecer.

Tenia la idea de fotografiar una vieja casa de piedra junto a un camino, rodeada de campos. También tenía controlada una zona con campos llenos de amapolas, unos grandes árboles y otras casas de campo.
Tomé imágenes de campos y de la casa que ya había visto el día anterior. Solo hizo falta componer y encuadrar con la luz que comenzaba a aparecer. Desde ese punto hice diferentes tomas con otras composiciones.


Poco después el sol quedó cubierto por unas negras nubes. La iluminación cambió, pero aún era suficiente como para fotografiar algunos detalles



Terminé la mañana desayunando en el pueblo. Preferí volver a casa. Había dormido poco esa noche y sabía que me quedaban casi dos horas de camino.
Esta zona se ha convertido, después de muchos años, en una de mis preferidas para hacer fotografía de paisaje