Tenía un par de horas libres para fotografiar el atardecer. No me apetecía la típica fotografía del atardecer en el lago de la Albufera. Me decidí por ir a la playa. En las playas de Valencia es habitual el fotografiar el amanecer, pero tenía intención de captar los colores del atardecer al oriente, junto con el agua del mar, suavizándola con exposiciones largas. Pensé en el mismo lugar al que habitualmente acudo para fotografiar el amanecer en la playa, la «gola del Pujol», en cuya desembocadura existen unas rocas que defienden la entrada de agua del mar hacia la Albufera. Siempre dan juego unas cuantas olas entre las rocas. Esta vez me decidí por la zona izquierda de la gola.

Hice algunas fotografías hacia el mar, con las dunas en primer plano. El cielo tenía colores pastel, muy suaves pero estaba bastante cubierto, con nubes grises. Comencé utilizando el filtro de densidad neutra, porque aún quedaba bastante luz ambiente. Así podría crear suavidad en el agua.

Seguí fotografiando, más cerca de la orilla, aprovechando unos charcos en la arena, Ya había bajado la luz, así que desmonté el porta-filtros.

Conforme pasaba el tiempo el cielo se iba cubriendo. Hacia el sur se podían adivinar relámpagos entre las nubes.

Aproveché la situación para hacer algunas tomas abstractas, fotografiando el mar y haciendo barridos laterales.

Unas fotografías más y se hizo completamente de noche. Era hora de terminar la sesión. Conseguí cuatro fotografías tal y como las buscaba. Para conseguir alguna de ellas, con el final de la ola terminando el movimiento en la arena y dejando una suave luz sobre ella, realicé varias tomas con el mismo encuadre, hasta que estuve contento con la composición de las líneas de espuma en el agua.

Resultado: Una imágen abstracta, una fotografía de la playa con las dunas en primer plano, con colores suaves, otra con un cielo dramático y dos fotografías de la orilla, con el agua suave, hechas con exposiciones de unos pocos segundos. El resto, bonitas imágenes que se quedarán el mi archivo.